21 de junio de 2009

Primer mandamiento

Para su 10º aniversario, la Revista Soho de Colombia hizo un número especial sobre los diez mandamientos, tratados por diez autores en cuentos eróticos. A mí me tocó el primero, Amar a Dios sobre todas las cosas, acompañado por la japonesa-antioqueña Akemi Nakamura. Recomiendo mucho el cuento de Santiago Gamboa sobre Santificar las fiestas: [SOHO]
p.mairal

17 de junio de 2009

Hay un indio sioux en mi ballerina amarilla


Supongo que a mucha gente le pasa eso de ver caras en las manchas de la pared o en las vetas de madera. A veces de chico la ropa en la silla quedaba acurrucada como una vieja sentada y tenía que prender la luz para deshacer la aparición. En la web hay fotos de vírgenes que aparecen en las manchas de humedad, o incluso en las tostadas. Yo me quedo con el indio sioux que se me apareció en el trapo del baño.
p.mairal

16 de junio de 2009

La frontera me cruzó


Ya me gritaron mil veces / que me regrese a mi tierra / porque aquí no quepo yo. /Quiero recordarle al gringo: / yo no crucé la frontera, / la frontera me cruzó. /América nació libre, /el hombre la dividió. / Ellos pintaron la raya, / para que yo la brincara /y me llaman invasor, / es un error bien marcado / nos quitaron ocho estados / ¿quién es aquí el invasor? /Soy extranjero en mi tierra,/ y no vengo a darles guerra, / soy hombre trabajador. / Y si no miente la historia, / aquí se asentó en la gloria / la poderosa nación, / hombres guerreros valientes, / indios de dos continentes, / mezclados con español./ Y si a los siglos nos vamos: / somos más americanos, / somos más americanos / que el hijo de anglosajón.


13 de junio de 2009

Nueva poesía argentina

casas y mortensen, dos cuervos líricos

En breve estará en librerías la antología de la nueva poesía argentina que editó Viggo Mortensen (es verdad, Mortensen es poeta). Los poetas que la integran son: Mario Arteca, Gabriela Bejerman, Fabián Casas, Washington Cucurto, Juan Desiderio, Martín Gambarotta, Francisco Garamona, Daniel García Helder, Roberta Iannamico, Fernanda Laguna, Santiago Llach, Marina Mariash, María Medrano, Martín Prieto, Sergio Raimondi, Damián Ríos, Martín Rodríguez, Alejandro Rubio, Gabriela Sacone
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Contratapa:

"En los últimos quince años, la producción del campo poético argentino ha adquirido una vitalidad inédita. La convivencia de diferentes líneas estéticas, que además trafican y comercian entre sí, dota de aún mayor vigor a esa fortaleza.
Al ímpetu cultural que la salida de la dictadura militar desata a mediados de los ‘80, hay que sumar la tarea de editoriales y revistas literarias entre las que se destaca Diario de Poesia, publicación que repondrá nombres de obras y autores silenciados o poco considerados por efecto del exilio y la chatura impuesta en los años oscuros. Así Leonidas Lamborghini, Joaquín Gianuzzi, Ricardo Zelarrayán y Juana Bignozzi comienzan a formar parte del proceso de mestizaje al que los jóvenes poetas someterán a la tradición, recuperando además a la poesía latinoamericana contemporánea, a la poesía objetivista norteamericana y a la línea del neobarroco, así como a varios lenguajes provenientes de otras disciplinas del campo cultural, de los medios de comunicación, de la política, del barrio y, por supuesto, del propio sistema de obsesión, formación y subjetividad de cada poeta.

La crítica especializada denominó a este movimiento generación de los 90. Más allá de la dificultad de dar cuenta de esta emergencia en términos de décadas, hay que reconocer en este movimiento una genealogía sin duda más extensa, así como una proyección que llega hasta nuestros días: en los últimos años, se han venido consolidando muchos nuevos poetas, por lo que esta antología ya ofrece –como suele suceder-- un panorama incompleto y caprichoso".

Gustavo López – Bahía Blanca 2008

3 de junio de 2009

Abejas



por Alejandro Crotto


ME PARECE QUE NUNCA VOY A VER UN POEMA MÁS LINDO QUE UN ÁRBOL



Hacia esta luz que anima
la ciega sed de encuentro
que hace ávida copa, pronta vida
que se estira a encontrar
un paulatino amor más y más alto,
a tientas, vertical,
escala entretejida con espina,
el deseo, insistiendo
su amor, materializa
su ánimo de abrasarse encandilado.



*




ZOOLÓGICO


a T.


Acelerado humo de colectivos
y de garrapiñada, gritos, globos,
grandes palomas negras, vamos,
acá se abre una fresca fuente de flamencos
a la mañana azul de tanta luz enorme
que enflaquece a los dos osos penosos y polares
de flecos blanco oscuro y amarillos,
y magnifica a la elefanta, su cabeza
arrugada de tierra tranquila,
el ámbar vivo de su ojo; reflejadas
personas parecieran adentro del vacío
cubículo felino, luego echada una sombra
resulta la pantera; ¿y qué añora en su ensueño
sentada, derechita, con la vista perdida
hacia el noreste una nostálgica
suricata…?; el bisonte
de brava barba entreverada
del lomo a la brutal cabeza luminosa
mendiga lengua saca por una galletita; ¡pero cómo:
lo que hay en esa jaula es sólo un par de chimangos!
y el chimpancé a treinta centímetros del vidrio
nos mira para adentro sin relámpago,
con la melancolía laminada como cera
en los ojos abiertos y velados...¡y basta!
que vinimos a ver los animales:
el cocodrilo cruel y quieto, tronco o roca,
clavado solo al sol boca entreabierta
y el avestruz que avanza elástico en su hip-hop afro, ¡chau
asno santísimo, cruza de yegua y de cordero! Vamos, dale,
caminemos, que yo también estoy cansado, por las tipas,
entre estas finas aves de corral con coronitas y colores,
volvamos ¡opa! a la ciudad, los edificios
transfigurados a través de la inflamada cola
del pavo real.




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Alejandro Crotto nació en Buenos Aires en marzo de 1978. Coordina el blog Words words words. Abejas fue publicado en 2009 por la editorial Bajo la luna.

2 de junio de 2009

En el bar

por Pedro Mairal
(Encontré este texto escrito en el 94, en mi época de estudiante).

Yo estaba machado en una mesa del bar de la facultad, medio dostoievski porque me acababa de despertar de apollinaire. El centro era un calderón chéjov. García lorca como para desmayar a los pájaros y el tiempo heráclito se empecinaba en acercarme el momento del examen. Ella entró como flotando, casi sin pizarnik, con una quiroga a lunares y su paso dante. Me saludó y diderot sobre la mesa un paquete de chesterton y su carpentier de griego con los borges ya gastados. Entonces se nos acercó el molière y nos preguntó qué nos servíamos.
-Un sandwich de camus y kafka y un shakespeare de banana.
-Yo un cortázar- dije y ella me cocteau que tenía los eurípides medios güiraldes porque estaba resfriada. Después me preguntó:
-¿Estudiaste?
-Casi nietzsche. Pero por ahí safo.
-Mirá que si te sacás unamuno no promocionás- me dijo- Te conviene dar el schopenhauer. Te pone un stendhal y así te sacás un cicerón de encima.
Yo no mallarmé. El molière nos trajo las cosas. Ella, antes de prévert su sandwich, me dijo:
-¿Querés un bocaccio?
-No gracián- le respondí y la miré yourcenar y beauvoir con mucho huidobro. El líquido marechal le bajaba por la góngora sonando "gogol, gogol" y al terminarse el vaso, poniendo una kundera radiante, me rimbaud. Creo que en ese momento vio mi cara de todorov enamorado, porque me tiró con un sobrecito de tolstoy que apenas pude baudelaire y yo le dije con cierta malherbe:
-¡Neruda!
-Qué te pasa, nabokov- me respondió y me miró de garcilaso porque estaba por estornudar:
-¡Arlt proust!
-Salustio- le dije y ya me quedé admirando su cabello maquiavelo y sus lugones cervantes, totalmente olvidado del examen, imaginándomela a ella con la mujica lainez y suave, en una homero muy profundo, volviendo a dormir y voltaire otra vez, hasta el erasmo más girondo de las asturias, para flaubert y flaubert durante todo el virgilio de la noche.