(traducción de Charly Feiling de un poema de Ogden Nash, publicado en Amor a Roma. Con este poema Luis Chitarroni terminó ayer su conferencia de apertura del Filba 2011)
Aunque el control nunca pierda,
de mi suerte no hago alarde.
Ahora llegan los besos, demasiados demasiado tarde.
Vosotras decidme, Parcas,
y ya no molesto más,
¿dónde estaban estos besos tres décadas atrás?
Chicas había a montones,
refresco o cerveza, chicas,
alegremente casadas o estudiosas y tozudas,
las novias de mis amigos
o esposas de mis amigos,
algunas bien asentadas y algunas de escaso tino,
chicas tristes y serenas,
agitadas, turbulentas,
en debut cosmopolita o matronas suculentas,
todas ellas tan amables,
todas ellas tan cordiales,
inocentes excitando mis instintos primordiales.
Pero aunque no todavía
salud o plata en exceso
había perdido, ninguna,
me dio un beso.
Esas mismísimas chicas
conmigo se han vuelto viejas,
la cabeza sobre mi hombro apoyan para sus quejas,
y ahora llegan los besos,
un diluvio que se expande,
vanos besos insensatos, demasiados demasiado tarde.
Me besan al saludarme,
me besan al despedirse,
si yo les ofrezco fuego, tienen un beso que darme.
Me besan en casamientos,
me besan en funerales,
no tardan para besarme ni segundos decimales.
Me besan cuando hay un cocktail
o cuando al bridge me desquito,
y es todo tan automático como matar un mosquito.
El sonido de sus besos
retumba ya en mis oídos
como manga de langosta que destruye los cultivos.
Tengo dispepsia, artritis,
una úlcera en camino,
y me cansa ser besado por hábito compulsivo.
Si mis queridas me internan
hoy con demencia senil,
será de besos vacíos, sin consecuencia ni fin.
Vosotras decidme, Parcas,
y ya no molesto más,
¿dónde estaban estos besos tres décadas atrás?
*
[ACÁ LEÍDO POR NASH EN YOUTUBE]
The sunset years of Samuel Shy, Ogden Nash:
Master I may be, /But not of my fate./ Now come the kisses, too many too late./ Tell me, O Parcae, / For fain would I know,/ Where were these kisses three decades ago?/ Girls there were plenty,/ Mint julep girls, beer girls,/ Gay younger married and headstrong career girls,/ The girls of my friends/ And the wives of my friends,/ Some smugly settled and some at loose ends,/ Sad girls, serene girls,/ Girls breathless and turbulent,/ Debs cosmopolitan, matrons suburbulent,/ All of them amiable,/ All of them cordial,/ Innocent rousers of instincts primordial,/ But even though health and wealth/ Hadn't yet missed me,/ None of them,/ Not even Jenny,/ Once kissed me.// These very same girls/ Who with me have grown older/ Now freely relax with a head on my shoulder,/ And now come the kisses,/ A flood in full spate, /The meaningless kisses, too many too late. /They kiss me hello, /They kiss me goodbye,/ Should I offer a light, there's a kiss for reply./ They kiss me at weddings,/ They kiss me at wakes,/ The drop of a hat is less than it takes./ They kiss me at cocktails,/ They kiss me at bridge,/ It's all automatic, like slapping a midge./ The sound of their kisses/ Is loud in my ears/ Like the locusts that swarm every seventeen years.// I'm arthritic, dyspeptic,/ Potentially ulcery,/ And weary of kisses by custom compulsory./ Should my dear ones commit me/ As senile demential,/ It's from kisses perfunctory, inconsequential./ Answer, O Parcae,/ For fain would I know,/ Where were these kisses three decades ago?