por Fabián Casas
El nombre de Carlos Castaneda lo escuché por primera vez en un aula de la facultad de Filosofía y Letras. Estaba en un teórico repleto del profesor que daba Introducción a la Antropología. El hombre –bajo, entusiasta, muy buen orador- discurría sobre su tema cuando fue interrumpido por un psicobolche que le preguntó qué opinaba sobre los libros de Castaneda. El profesor pareció perder la postura, hizo silencio y, después, largó una diatriba encendida sobre lo que él consideraba un chiste, una estafa que estaba muy lejos de la ciencia antropológica. Castaneda, nos quedó claro a todos, era un farsante que ponía nervioso a los antropólogos que no comulgaban con sus métodos de trabajo. ¿Pero cuál era su famoso sistema? Yo en ese entonces no sabía nada del aprendiz de brujo. [SIGUE ACÁ]
El nombre de Carlos Castaneda lo escuché por primera vez en un aula de la facultad de Filosofía y Letras. Estaba en un teórico repleto del profesor que daba Introducción a la Antropología. El hombre –bajo, entusiasta, muy buen orador- discurría sobre su tema cuando fue interrumpido por un psicobolche que le preguntó qué opinaba sobre los libros de Castaneda. El profesor pareció perder la postura, hizo silencio y, después, largó una diatriba encendida sobre lo que él consideraba un chiste, una estafa que estaba muy lejos de la ciencia antropológica. Castaneda, nos quedó claro a todos, era un farsante que ponía nervioso a los antropólogos que no comulgaban con sus métodos de trabajo. ¿Pero cuál era su famoso sistema? Yo en ese entonces no sabía nada del aprendiz de brujo. [SIGUE ACÁ]
3 comentarios:
Muy bueno.
excelente!; tipo "Todo lo que siempre quizo saber sobre Castaneda
pero temía preguntar"
Acabo de terminar "las enseñanzas..." y confieso que me pareció un libro adictivo...
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