4 de abril de 2007

Testigo de fusilamientos


«Jueves, 17 de diciembre de 1959

Come en casa Borges. Dice que un muchacho, que en aquella época era conscripto del regimiento 2 de infantería, le contó los fusilamientos de junio de 1956. Fusilaron a nueve, todos compañeros del 2. Los fusiladores eran cuarenta y nueve. Los fusilados y los que fusilaban estaban vestidos con idéntico uniforme de fajina. Los llevaron en camiones. Los fusilaron en el patio de la penitenciaría, en la calle Las Heras, a la luz de los faros de los camiones. Entre los fusilados había un sargento músico, muy buena persona, muy querido de todos. Este sargento músico vio que al relator se le escapaba una lágrima: "No es nada, muchacho; apuntá acá", le dijo, señalándose el corazón. Otro de los fusiladores se puso a llorar. Los fusiladores estaban en dos filas; una, primera, con una pierna arrodillada; otra, atrás, de pie: eran como un muro erizado de máuseres, a dos alturas. Antes de morir, uno gritó: "¡Viva el 2 de infantería!". BORGES: "Mirá todas las cosas enormes que hay en ese grito. Es como decir: "Yo sé que ustedes no tienen la culpa. Yo sé que ustedes y nosotros somos los mismos". Si hubiera gritado "Viva Perón" o "Viva la patria" sería una idiotez. Como los tiros de máuser son muy fuertes, aquello fue una carnicería: los despedazaron. Sin embargo, el oficial que mandaba el pelotón, dio un tiro de gracia en la cabeza a cada uno de los fusilados: lo que está bien, porque sería una crueldad que uno estuviera sufriendo, y lo que es impresionante, porque era matar a muertos. Uno de los fusilados quedó sentado; cuando retiraron al de al lado, cayó; se vio entonces que también estaba muerto, pero que había quedado sostenido por el otro. ¿Por qué los fusiladores serían del mismo regimiento que los fusilados? Tal vez por algún reglamento que venía de antes, de cuando había rivalidad entre los regimientos: hubiera sido peligroso que los de uno fusilaran a los de otro". »

Texto: del libro Borges, de Adolfo Bioy Casares, Destino, Bs As, 2006, pág. 604.
Foto: actual plaza Las Heras, donde antes estaba la cárcel, que fue demolida en los 60.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Buenos documentos, Señor.

Lo curioso es que en mi background histórico los fusilados en la penitenciaría fueron tres, no nueve como dice BC.

Pol Capillas dijo...

tremendo,
gracias por postearlo
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