Este febrero en Gualeguaychú bajé a mear en una estación de servicio. Había tres tipos fumando afuera contra la pared del lado de los baños. Creo que dos eran empleados y el otro era mecánico o algo así. Hablaban casi a oscuras. Cuando salí y me estaba subiendo al auto, se oyeron unas voces femeninas, un ruido de taquitos y apareció una gurisa de la comparsa, desnuda, toda plateada, en microtanga, como una extraterrestre con espaldar de plumas. Venía con la madre, petiza, de pelo corto, con un celular en la mano. Buenas noches, dijo. Los tipos contestaron: Buenas noches. No podían ni fumar. Yo no pude arrancar. La madre le sostuvo el espaldar, la chica se escabulló por abajo y se metió en el baño apurada. Se hizo silencio total mientras esperaban. Después uno de los tipos dijo: Ha de ser pesado el coso ese. Sí -dijo la madre sosteniendo esas especies de alas enormes- le saca ampolla. La chica salió, se puso el espaldar y las dos se alejaron al trotecito.
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10 comentarios:
ahh, siempre lo mismo, yo esperaba un fantasma.
magia que solo hacen las mujeres.
magia que solo hacen los culos
Qué buenos comments.
Tremendo. Me mata el "le saca ampolla". Genial.
El párrafo es perfecto salvo por el ripio de "gurisa".
dejate de joder!
ojo con los que fuman en las estaciones de servicio... algún día van a explotar
Muy bueno.
Que el tipo sólo atine a comentar sobre el peso del plumaje es una genialidad.
Del peso del culo comentó después
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