por Mario Torres
van los estudiantes ebrios de sol
por las calles de La Candelaria
siguen los pasillos de tierra y piedras
hasta las cantinas secretas
donde los terremotos acurrucan las paredes
y se puede jugar billar por siempre
yo, un día quise ser así
pero no sé abrir cervezas
con el borde de una mesa
ni puedo escuchar "Llorona"
en la voz de Chavela Vargas
sin volverme un borracho pastor de ovejas
en charcos frente al aeropuerto "Jorge Chavez"
*
http://www.naranjadas.blogspot.com/
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario