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por Guadalupe Gaona
Suelto el bote
y me tiro panza arriba a escuchar
lo que se mueve conmigo adentro.
Una pierna que cuelga.
En el lago las cosas están congeladas.
Seguro que los peces finos y largos
no sufren el paso del tiempo.
Hasta la hora del almuerzo
provoco mi propio naufragio.
Mi madre me hace señas desde la orilla
para que vuelva.
Parece un flamenco atascado en el agua.
Hago que no la veo, que no la escucho.
Hago que no tengo madre.
Mejor soy el bote suelto en el lago.
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Ediciones Senda Vox, Buenos Aires, 2009
Nota en Radar, marzo 2007