31 de marzo de 2009

Conducta en los cócteles

Pedro Mairal
La actividad de los cócteles es similar a la actividad molecular o celular donde hay una voluntad orgánica de la cual uno puede participar ya sea intentando en vano controlar la situación o entregándose a la imparable fluidez biótica del ambiente [SIGUE ACÁ]

29 de marzo de 2009

Expo Dengue

coya cenital
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el elefante de dalí
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mujer en la orilla
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tauromaquia I
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tauromaquia II
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inspirado en "mosquitas muertas"

26 de marzo de 2009

La lancha presa

por Manuel J. Castilla

Junto al río Pilcomayo y a Bolivia
en el canchón de la Gendarmería
la lancha azul de los contrabandistas
está presa.

Boca abajo,
entre los yuyos verdes que la tapan
navega panza arriba las aguas de las nubes.

Cuerpo del delito, húmedo todavía.

Los gendarmes la miran igual que a un pez dormido.

Siente el agua del río chapoteándole
y un verde olor a coca y a tabaco
la aroma como un hombre,
sin marineros ya, sin heroísmos.

Cuando el gendarme armado
mira el cielo del chaco
ella boga en sus ojos, al ocaso, y cruza la frontera.

14 de marzo de 2009

María Inés Cabanillas

Me escribe María Inés Cabanillas, una artista de Rosario. Me cuenta que leyó mi novela Salvatierra y está impresionada porque hace un año está pintando una serie de cuadros apaisados con título Continuum Aqua, con el tema del agua, los ríos, los mares, océanos, corrientes y caudales, que van de la figuración a la abstracción. Los 30 cuadros y varios rollos de 4 metros cada uno son parte de un montaje continuo, es decir que se ensamblan en un solo cuadro que continúa sin cortes y va mutando entre imágenes del agua que fluye como el río heracliteano de la vida. Cabanillas me cuenta de su gran amor por el Paraná, y que partió de su admiración por Monet, des sus nenúfares, esos cuadros del museo de L'Orangerie, y que tuvo profesores del grupo Litoral. Es como una hermana de Salvatierra, el personaje de mi novela, que también pinta un cuadro infinito como el río. Un saludo muy grande para ella. Acá van algunos segmentos del cuadro. Hay más en mariainescabanillas.blogspot.com






4 de marzo de 2009

Condenado a siempre comenzar

por Daniel Durand

Pienso en poesía y en poemas y mentalmente
construyo oraciones dentro de alguna elucubración
teórica del momento que enseguida se desarticula
y desaparece mutando en otra agitación diferente…


como


“crúzalo al mar al biés” es un prurito barroco
en una piel de observación común y descriptiva.

mi pobre gran cactus de la entrada trata
de echar raíces en el escalón de mármol…

búsqueda del haiku de eso…

el cactus
busca entrarle
al mármol


hacerle cosquillas ahí en las carnecitas de la entrada
con la legua en puntín y poniendo en esa lanza la energía del toque
unas cosquillas apenas de ultra suave contacto y deslizantes
que hacia el vagar eléctrico impulsen alaridos vivoreos
zigzagueantes entre neuronas y tejidos y partes
rincones de hueso blanco y resbaloso.

La industria debe tender a producir objetos duraderos!

Es muy fácil producir un calzado eterno para una persona…
bueno… lo que es un zapato a medida
hechos por un experto.
A mis zapatos ortopédicos de niño deforme
los hizo un viejito de Colón,
hasta su casa viajamos para que me tome las medidas,
desde ahí usé zapatos ortopédicos pesados irrompibles,
desde los 11 a los 16 y así me salve de que me operen de los pies…

Unos golazos terroríficos, le daba con todo
De puntín con los zapatos
Contra el arco pintado en la pared
Del Ateneo infantil de Concordia
Reventaban los pelotazos contra el muro
de mis patadas ortopédicas,
mojábamos la pelota en la canilla
para que se vea bien donde había pegado,
era divino Dejar cimbrando
la columna de hierro del tablero de básquet.

Primero prohibieron patear de punta,
igual se las metía todas porque estaban asustados,
después prohibieron jugar con zapatos
y ahí si quedé afuera…

Mi mamá fue a hablar con la directora del Ateneo,
a decirle que yo solo podía ponerme los zapatos ortopédicos
porque tenía los pies sin arco casi para operar…

Volví a la canchita y nadie me marcaba
los ortopédicos eran de hierro y quebraban
les quitaba la pelota y la estrellaba
adentro del arco pintado
sobre el paredón trasero de la iglesia capuchina

Los otros chicos dejaron de ir al Ateneo
y yo nunca aprendí a jugar muy bien al fútbol.


1 de marzo de 2009

Se viene

p.mairal
Hasta ahora las cosas en el cine me venían saliendo al revés. Lo que yo quería que terminara en papel terminaba en celuloide y viceversa. Primero escribí una novela y la hicieron película, después escribí dos largos que no se filmaron y que van a paso de caracol camino a la imprenta. La segunda semana de marzo se rompe la racha. Sorín estrena La ventana, la película que escribí con él hace un año. Es la historia del último día en la vida de un hombre. Acá, un mini trailer.

Finales

Qué duro el último capítulo de Starsky & Hutch, en la clínica siquiátrica, cuando lo condecoran a Starsky y le dicen la verdad: que Hutch era su amigo imaginario.