17 de mayo de 2007

Cita a ciegas

por Funes

Vas al teatro. Está bueno, porque hace rato no ibas, no porque te entusiasme la obra. Te preparás y entalcás las bolas por si las moscas. Después te pasa a buscar y la ves, está hermosa. Claro que además está bueno porque vas con ella.
Una cita a ciegas.
Se le ocurre que un buen apodo, por lo aparato que sos, es chimichurri; "de memorioso no tenés nada" te dice cuando te mira y se le ponen los ojos verdes. Es muy dulce. Vos tenés ganas de arrancarle la lengua con los labios. Sacás las entradas y te hacés el macho "sí, mi nombre es Funes, fijáte, me dejaron dos" y ella sonríe. Debe pensar que soy autosuficiente y te preguntás qué mierda significa eso después del cambio de siglo. Están viendo la obra y de repente pasan un fragmento de una película porno. El señor de abajo saluda medio confundido "¿cómo? ¿ya empezamo´?" y se te arruga la mano antes de acariciarla sin querer. Ya te cruzaste varias veces con sus ojos verdes y pensás que las obras de ahora son una mierda: pasan la hora de función, ¿cuánto falta?. Pero está bien, tienen varios temas de discusión: la problemática de la mujer en el siglo XXI te ayuda para el chamuyo.
Dice que nunca había ido a una cita a ciegas y que jamás hubiera aceptado tu invitación si no fuera por aquél escritor famoso que dijo "sí, sí, es un buen pibe, le falta, pero es un buen pibe". Empezás a tener miedo de pifiarla: vino con demasiadas espectativas.
Se te ocurre homenajearla pero eligió un bar caruli así que la jugás de superado y le hacés un lugar en tu economía. Te querés matar porque con este frío tienen que esperar el bondi que viene lleno. Lleno de olores.
Parece que la tenés... aceptó bajar con vos y decidida no te quita los ojos de encima.
Pero el cambio de temperatura... o sea, cualquiera, garrón... te provoca un espasmo. Te agitás; el contraste del frío en la esquina y el calor a chivo del bondi se traba en los pulmones y no respirás bien. La tenías servida en bandeja. "Mejor te dejo descansar tranquilo, mañana te mando un mail" te susurra antes de darte un besito y medio aparato le besás un cacho del labio. Patético.
Bajás del bondi. Saludás desde la parada y caminás con una sola pregunta en la cabeza: ¿dónde guardé la Maxime de diciembre?

4 comentarios:

Simpática y puntual dijo...

Realmente... ¡JUAAA!

Anónimo dijo...

Pasa.

Tommy Barban dijo...

Te equivocaste con el teatro que elegiste (gradas, escenario al piso); dentro del estilo huibera sido más rendidora la popular de Platense. La próxima probá llevarla a la Casacuberta.

Anónimo dijo...

Gran escritor.... Maxim es sin E al final