por Fabián Casas
Mateo es un peluquero joven del barrio de Monserrat. Una de sus obsesiones es poder dar un buen servicio a los clientes y que ese servicio se metabolice en un crecimiento de su negocio. También es fanático de los libros de autoyuda que te estimulan para potenciarte y “no decir sí cuando se quiere decir no”. Tiene mucho sentido del humor y chispa al hablar. Hace poco me dijo: “Todos las noches le pido a Dios que haga nacer pibes con dos cabezas”. Esa frase me hizo reir y después me dejó pensando.
Mateo es un peluquero joven del barrio de Monserrat. Una de sus obsesiones es poder dar un buen servicio a los clientes y que ese servicio se metabolice en un crecimiento de su negocio. También es fanático de los libros de autoyuda que te estimulan para potenciarte y “no decir sí cuando se quiere decir no”. Tiene mucho sentido del humor y chispa al hablar. Hace poco me dijo: “Todos las noches le pido a Dios que haga nacer pibes con dos cabezas”. Esa frase me hizo reir y después me dejó pensando.
5 comentarios:
La poesía popular me gusta. Palabra. ¡Me encanta Boedo! ¿Pero algún amigo podría decirle a Casas que deje de tirar piñas? ¿Que se puede decir lo mismo sin tanto macho man? ¿No podrían regalarle los viejos discos de Queen? Listen, boy:
http://es.youtube.com/watch?v=oUQBBkJcPZY
Gracias Casas, después de este texto voy a leer Lata Peinada y quizás deba entonces agradecerte el descubrimiento de algo nuevo. Te saluda un macho man que no le teme a las piñas.
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