12 de septiembre de 2007

Yo quería una vida normal


Venías con tu día normal (o más o menos) y de pronto a la media hora todo se enrarece y estás paseando un perro y vos nunca tuviste perro, y estás yendo a devolver unas películas en un Blockbuster y vos no sos socio de ningún Blockbuster. ¿Qué pasó? ¿Qué hago siendo arrastrado por este perro enorme, esperando que deje su firma chorreante contra la pared de la esquina? ¿De quién es esta vida? ¿Quién alquiló "los heroes no deben llorar" o algo así? ¿Adónde estoy? ¿Cómo sigue esto?

Anoche Incardona se enfervorizó tras la pelota en la vanguardia del Open Gallo y se desgarró, se autotacleó, se desplomó. Ahora, de 13 a 14:30 hay que ser Incardona sano por un rato. Pero el tipo no te cede su parla con las mujeres, su facha, su chamuyo. No. Te da su perro con correa y unos videos para devolver que si no Ayax me mea todo el depto y en el Blockbuster me cobran un día más.

p.mairal

3 comentarios:

Tommy Barban dijo...

No tenés derecho a ponerle Ayax al pichicho; abc da vueltas carnero en el primer subsuelo del mausoleo de la bronca (rima not intended pero ando a las corridas).

EmmaPeel dijo...

Che entre las señoras y muchachas poseedoras de objetos maravilhosos tiene que haber alguna enfermera (o símil)

Pronta mejora, Juan!

Unknown dijo...

lo que quieres decir es que Incardona es egoísta?

o aquí no hay resentimientos.



me refiero a que... ¿qué tal están esas mujeres de Incardona?